Documentada desde su nacimiento y marcada por el apellido, el espectáculo, la música y, a la vez, la tragedia: así fue la vida de Lisa Marie Presley, la única hija del rey del rock Elvis Presley.
Para ella los focos se apagaron para siempre el jueves después de que la encontraran inconsciente en su residencia en Calabasas (California, Estados Unidos) y, según los medios locales, haber sufrido un paro cardíaco.
Su última aparición en público generó cierta inquietud. Lucía glamurosa, elegantemente vestida de negro, con un peinado en alto que recordaba a Priscilla, su madre, de joven.
Pero también mostró dificultades para caminar y expresarse.
Fue el pasado martes en la gala de los Globos de Oro, donde acudió para apoyar “Elvis”, el biopic sobre su padre dirigido por Baz Luhrman.